Los monstruos más populares de la Edad Media.


Desde tiempos antiguos la gente temía a lo desconocido e incluso en su imaginación, alimentada por relatos orales que más tarde quedaron reflejados en diversos escritos, aparecían monstruos raros y extravagantes, bestias que eran capaces de hacer las mayores atrocidades. En la Edad Media de muchas de esas criaturas demoníacas nos habló Juan de Mandeville, el personaje ficticio de la obra Viajes de Juan de Mandeville, publicada en el s. XIV. Aunque algunas de ellas ya las había descrito Plinio el Viejo (23-79 A.C.). Aquí están algunos de estos monstruos:

Dragones:

Alixe Bovey explica en su libro Monsters And Grotesques in Medieval Manuscripts que los monstruos que aparecían en la Biblia era pocos pero muy significativos. El primero es la serpiente que tentó a Adán y Eva a comer la manzana prohibida por el Creador. Esa encarnación del Diablo fue el arquetipo de los monstruos medievales. El dragón es una trasposición de esa serpiente, un monstruo que aparece en muchos cuentos medievales, en bestiarios e incluso en bellos manuscritos miniados.

Unicornios:

Las fuentes griegas describen los unicornios como unas bestias con un gran cuerno procedente de la India. San Isidoro de Sevilla ya habla del unicornio como “una bestia de cuatro patas con un cuerno en su frente; es muy fuerte y atraviesa con él a todo el que le ataca. Lucha con elefantes y los mata clavándoselo en su estómago. El unicornio es demasiado fuerte para ser cazado, salvo con un ardid: si una virgen se coloca enfrente de un unicornio y le muestra sus pechos, toda su fiereza cesará y pondrá su cabeza en su pecho, y así podrá ser fácilmente capturado”.

Mantícoras:

La mantícora es un monstruo de origen antiguo que se describe como una criatura mitológica, un híbrido entre varios animales y el hombre: su cabeza es humana, el cuerpo de león y la cola de escorpión.

Blemmyae:

Son monstruos que aparecen frecuentemente en manuscritos medievales; se trata de criaturas que no tienen cabeza pero su cara está ubicada en su torso. Según algunas fuentes las Blemmyae se encuentran en África, cerca de Etiopía, aunque Juan de Mandeville las sitúa en unas islas al Sur de Asia, alrededor de las islas Andaman.

Cinocéfalos:

Los cinocéfalos o hombres con cabeza de perro también fueron muy populares entre algunos escritores medievales. Pablo el Diácono, monje benedictino e historiador de los lombardos, nos cuenta todos los detalles sobre ellos; entre sus ‘hazañas’ estaba el beber sangre humana.

Gigantes:

El gigante más famoso de los tiempos antiguos era Goliath, al que venció David con ayuda de una honda. En la Edad Media son también muchos autores los que hablan de gigantes; uno de ellos es Geoffrey de Monmouth, que habla de la lucha entre Corineus y Goëmagot.

Melusina:

Este monstruo, que aparece en el logo de la multinacional Starbucks, nos lo describió Juan d’Arrás a finales del s. XIV. La melusina era mitad mujer, mitad serpiente; tenía un marido que al final un sábado descubre lo que realmente era.

Sirenas:

Las sirenas son otras criaturas mitad humanas, mitad monstruos. Eran mujeres muy bellas de cintura para arriba pero en vez de pies tenían cola de pez. Hay muchas historias sobre las sirenas tanto en Asia como en Oriente Medio. En algunas se dice que ayudaban a los navegantes pero en otros intentaban atraer a los hombres al agua donde los ahogaban.

1 comentario:

  1. En esas condiciones es un titulo de gloria !. Nadie debe perir que se lo retiren!

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